A los pocos días de que nuestro cliente, Brigada de la Guardia Civil, se incorporase a su puesto de trabajo como Jefe Accidental de un Puesto Principal, se produjo el alta para el servicio de un agente, que previamente había causado baja psicológica meses antes de su incorporación al puesto. Desconocedor del origen o el tipo de la patología del reincorporado y de la recomendación del Servicio Médico de la Comandancia de residencia autorizada del enfermo (diferente a la de destino) de retirar el arma al mismo, nuestro cliente, tan pronto como se produjo el alta para el servicio del agente, que no manifestó el origen de su patología, procedió a nombrar al mismo servicio de armas.
Inmediatamente, “por los medios habituales”, se elevó denuncia contra el Brigada por no proceder a la retirada del arma al agente y por nombrarle servicio con la misma. Incoado el correspondiente expediente sancionador contra el suboficial, por resolución del Comandante Jefe de Personal, finalmente se impuso al encartado una sanción por falta leve, al considerar su conducta negligente, al vulnerar lo establecido en la Norma Técnica de los Servicios de Asistencia Sanitaria y de Psicología y Psicotecnia del Cuerpo para la gestión de las Bajas de Origen Psiquiátrico.

En fechas recientes ha recaído sentencia del Tribunal Militar Territorial Tercero que anula la sanción impuesta al suboficial patrocinado, por cuanto se ha podido acreditar que el mismo no resultó informado, ni por el agente reincorporado, ni por sus superiores, del carácter psiquiátrico de la baja de aquel, ni dicho carácter aparecía referido en modo alguno en el parte de alta que se le presentó al Brigada, motivo por el cual el mismo no tenía porque ser conocer de que debía aplicar la Norma Técnica referida.

Consultado Antonio Suárez-Valdés, letrado director de la causa el mismo recomienda a todos aquellos encargados del nombramiento del servicio que, en caso de duda, antes de nombrar servicio de armas a personal sospechoso de provenir de baja psicológica, se eleve consulta previa a la Jefatura de la Unidad, de cara a interesar instrucciones sobre ese particular y sobre la posibilidad del agente afectado, de portar armas durante el servicio y que, ante la duda y en ausencia de dicha información, en la medida de lo posible, se nombren al mismo, servicios de tipo burocrático que no precisen portar armamento.